La tradición de las chuntás ha marcado la historia cultural de Chiapa de Corzo, gracias a la hermandad y la deshibición de los hombres, quienes al compás del tambor y carrizo muestran sus raíces. En entrevista la doctora Araceli Madrigal Nigenda, integrante de la Pandilla Amigos del Jerry, nos cuenta parte de esta bella tradición nocturna que los hombres no dejan morir
Los origines
Cuando María de Angulo llega a Chiapa contrata gente para su servicio y esa gente, es la que hacia la comida durante el día y no podian dar gratitud a la señora por eso bailaban de noche, esa es la Chuntá, la servidumbre de doña María de Angulo.
La fiesta del pueblo está al rededor de la religión y de la tradición. Y desde el punto de vista tradicional cuenta la leyenda que en la época de la Colonia una señora acaudalada, madre soltera, con su único hijo vino desde España pasando por diferentes parte del mundo, hasta llegar a Chiapa de Corzo. Cuando llega a Guatemala le dicen que no le van a curar en ningun lado a su hijo más que en Chiapa, señaló Araceli Madrigal.
La pandilla al rescate
La pandilla amigos del Jerry surge en 1970 a iniciativa de don Lisandro Madrigal Nucamendi, quien en todo momento mostró interés por la preservación de la tradición de las Chuntá, inculcándole a sus hijos la importancia de las tradiciones del pueblo. Hoy han pasado 34 años desde su creación, y son precisamente sus cuatro hijos: Araceli, Lisandro, Gerardo, Esteban y su esposa Carmen Nigenda Castillejos quienes mantienen vivo el legado que un día su padre les inculcó y que hoy comparten con el pueblo chiapacorceño.
“Recuerdo que aquí en el barrio San Jacinto, había una pandilla de Don Fido y este señor cada 8 de enero por la tarde, en la esquina de su casa, solía tocar el tambor con sus hijos, como un aviso precisamente de que iban a salir de chuntá de su casa. “Desafortunadamente esto se dejó de hacer por muchos años. Sin embargo, mi papá y mis hermanos empezaron a ver que ya no salían chuntás y la fiesta del pueblo comenzó a verse muy triste, por ello iniciaron a rescatar toda la historia de los antepasados y de nuestras tradiciones y así se comenzaría la historia”.
Anteriormente, y gracias a que los hermanos Madrigal Nigenda siempre han sido amigueros empezaron a reunirse con sus amigos para vestirse de chuntá. Lo curioso era que, originalmente salian disfrazados de personajes de la política, de la historia.
Básicamente fue la familia con un pequeño grupo de amigos que iniciaron la pandilla amigos del Jerry y afortunadamente esto se ha hecho más grande al paso de los años. Incluso Araceli cuenta que la fiesta de enero no se conocia en ninguna parte, por lo que recuerda que “hace 32 años hice un viaje Alemania y es curioso que allá hay una estación de radio donde se puede dar a conocer cualquier cosa de su pueblo, y yo hablé de la chuntá; poco tiempo después vino un periodista alemán y uno de mis hermano salió en la portada de la revista”, comentó.
Su padre, hermanos y amigos tomaron como referencia a la gente se vestía a la usanza chiapacorceña: con huaraches, faldas floreadas, con camisas bordadas, el uso del canasto, porque se usaba para salir a comprar y así también surge la idea de rescatar la chuntá. Sonriente, la doctora Nigenda recordó que en un concurso de chuntá es cómo surge el nombre de la Pandilla Amigos del Jerry, ya que anteriormente el grupo subía para alegrar a la gente y no para concursar y un día el conductor del evento preguntó como se llama la pandilla y un amigo de mi hermano gritó. la Pandilla del Jerry, “porque mi hermano se llama Gerardo”.
El anuncio
El paseo de las chuntá por muchos años se dejó de hacer el 8 de enero, pero la familia Madrigal Nigenda rescató las fiestas del 8 al 23 de enero. Pues en aquellos años eran los días 19 -anuncio del pueblo-, 21 -de San Sebastián- y 22 de enero.
La tradición de la salida de las chuntá se enmarca desde el uno de enero, donde la pandilla sale avisar en las ermitas si les darán permiso de pasar a bailar, rescatando lo que se hacía en el pasado y que hoy forma parte de las actividades que recobró la pandilla.
Acompañado del tambor y el carrizo, recorren las principales calles del pueblo, visitan sus templos, bailan a los que ya se fueron, lanzan vivas a los santos; acompañados también de sorbos del famoso “curadito” y del refrescante temperante es como recorren durante ocho horas aproximadamente el pueblo. El 12 de enero como homenaje a las antiguas chuntá se disfrazan de cualquier forma, ya que la fiesta del pueblo se ha dado a conocer precisamente por la salida de las chuntá.
El atuendo original
Muchas han sido las variaciones que ha tenido la vestimenta de las chuntá; sin embargo, la doctora enfatizó diciendo que el traje es falda floreada, camisa bordada, con huaraches y su canasta con banderitas, que significan la unión de los barrios. No es lo mismo un traje de chuntá que el de la tuxtleca. Agregó también que el 16 de enero es el único día que las mujeres se visten de tuxtleca y los hombres de chiapanecos.
Anteriormente, no había un carro alegórico auténtico de la chuntá de María de Angulo y fue don Lisandro Madrigal Nuncamedi quien mandó hacer una carreta en Parral exclusivamente para el 16 de enero, día en que se llevan frutas al prioste de San Sebastián y 22 cuando salen las chuntá bailando alrededor de María de Angulo, por eso se dice que ahora hay una María de Angulo de la auténtica chuntá.
Durante 34 años consecutivos la familia Madrigal Nigenda ha danzado para preservar la tradición, que gracias a su padre don Lisandro Madrigal Nucamendi conocieron, vivieron y que hoy comparten con el pueblo chiapacorceño formando la famosa Pandilla Amigos del Jerry.
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